- Dos o tres tazas de café al día reducen el riesgo de sufrir un evento cardiovascular, como un infarto agudo de miocardo, una angina de pecho o arritmias.
Estoy fastidiado con j, que diría uno de mi pueblo. No bebo café, nada, cero. Desde los tiempos de la facultad de Medicina, no lo he probado. Quizás esos atracones de café más negro que el alma de un tirano, me han hecho aborrecerlo. Tampoco lo necesito, la verdad.
Pero cuando esta semana he leído el trabajo publicado por la Sociedad Europea de Cardiología, he pensado que igual tengo que retomar el hábito cafetero. Por el contrario, son buenas noticias para los amantes del café. En resumidas cuentas viene a decir
– Dos o tres tazas de café al día reducen el riesgo de sufrir un evento cardiovascular (infarto agudo de miocardio, angina de pecho o arritmias).
– ¿Para qué tipo de cafés?: café molido, descafeinado y el instantáneo.
– Ratifica estudios anteriores, pero concluyen que estos beneficios deben ser valorados con una mayor profundidad con otros trabajos.
Para mí dos o tres tazas de café se me antojan demasiadas, pero doctores tiene la iglesia. ¿Cómo han llegado a la conclusión? Pues analizando los hábitos de 450.000 almas, entre los que se incluyen su alimentación, hábitos tóxicos como el tabaco o el alcohol, los saludables, la medicación y enfermedades asociadas que presentaban, así como la causa del fallecimiento.
El consumidor de café molido tienen un 20% menos riesgo de sufrir un evento cardiovascular que los que no toman nada (un servidor) y un 27% menos de fallecer. Los que toman dos o tres tazas de descafeinado, reducen ese riesgo un 6% por el 9% de los que toman el café instantáneo. También tienen menor riesgo de muerte en ambos casos. Otra ventaja del café es la reducción del riesgo de sufrir alguna arritmia cardíaca, entre un 12 y 15%.
Cafeína o descafeinado
Siempre se ha sabido que el exceso en el consumo de café puede asociarse a insomnio, crisis de ansiedad y taquicardia. Sin embargo, este estudio ratifica que tanto los que llevan café como los descafeinados son reductores del riesgo de sufrir eventos cardiovasculares. Al parecer, el café aporta no menos de 100 nutrientes beneficiosos para el organismo, no solamente la cafeína. Ese debe ser el motivo por el que este estudio ha concluido de esa manera.
En estudios previos ya se han conocido los beneficios del café para prevenir enfermedades hepáticas, Alzheimer o Parkinson. Sin embargo, queda mucho para concluir que tal cantidad de café es tan beneficiosa para evitar eventos cardiovasculares como el perder peso, dejar de fumar o una dieta baja en grasas.
¿Qué otros hábitos pueden hacer que vivamos más y mejor?
Hay varios elementos comunes a todos los lugares y que podemos desglosar así:
1.-Reducir el consumo de carne. Los más puristas recomiendan comer carne cinco veces al mes. Pero además, la cantidad de ingesta es muy pequeña, alrededor de 70 gramos. Para que nos hagamos una idea, el tamaño sería como la mitad de una baraja de cartas. La carne no debe ser el elemento central de un plato, sino que es una parte más, como las verduras que la acompañan.
2.-Comer abundantes verduras y legumbres. Eso sí que se recomienda a diario. Se centran sobre todo en las lentejas, alubias, garbanzos, nueces, arroz integral y semillas. También se inclinan por todo lo integral como la avena y no incluyen ningún tipo de alimento procesado.
3.-¿Qué beben? Hay cuatro tipos de bebida: agua, té, café y vino tinto. La que predomina en todos los lugares es el té. Se recomiendan entre una y tres copas de vino al día. Lo hacen por su efecto antioxidante. No debemos tomar bebidas azucaradas ni cerveza. Esto último puede ser lo más negativo de la dieta para algunas personas.
4.-Leche y huevos. No recomiendan leche de vaca. En Italia y Grecia la sustituyen por leche de cabra o de oveja. También se puede usar la leche de tipo vegetal como la de avena, coco o almendra. Respecto a los huevos, dos a cuatro veces a la semana, pero como acompañamiento dentro del plato, no lo hacen como plato principal. Se han cargado la tortilla española.
5.-Pescado. Se puede comer de forma comedida y en pequeñas cantidades, tres-cuatro veces a la semana. Entre el menú básico se encuentra la sardina, anchoa, salmón y el bacalao. Se debe evitar tomar otras especies de pescado como el atún por su alto contenido en mercurio, o si lo hacen, de forma ocasional.
6.-Reducir el azúcar. En los países desarrollados, la ingesta de azúcar al día es extremadamente alta. Las mujeres ingieren una media de seis cucharadas de azúcar al día, y los hombres, nueve. En algunos estudios no renuncian al azúcar completamente e ingieren una quinta parte de la cantidad del resto del mundo, sobre todo a modo de antojo y ocasionalmente, como un pequeño placer.
7.-No comer demasiada cantidad. La regla común a todos ellos es comer hasta que se encuentran saciados a un 80%. No debemos comer hasta que no se pueda más como hacemos en muchos sitios. No es recomendable saciarse completamente. Además, comer muy despacio, dejando los cubiertos sobre el plato entre bocado y bocado es fundamental. Se recomienda ingerir la mayor cantidad de calorías en el desayuno, coincidiendo con el momento de mayor actividad y consumo calórico del día. Es por ello por lo que, si el desayuno es la comida más fuerte, la cena es la más floja, con cantidades más pequeñas y alimentos más fácilmente digeribles, como una ensalada o una crema de verduras.