• Es una diseminación de una infección a distancia y que puede causar una afección potencialmente mortal para las personas.

     

     

    EL expresidente de Estados Unidos, Bill Clintón (75 años), se encuentra ingresado en el hospital  UC IRVINE de California, debido a una complicación producida por una infección de orina que ha tenido una tórpida evolución. Lo cierto es que la infección ha generado la peor de las complicaciones posibles: la temida septicemia. Por ahora, su vida no corre peligro. Está respondiendo a los antibióticos y la inflamación presente en los órganos y en la sangre, va cediendo poco a poco.

    Sepsis o septicemia

    Es una diseminación de una infección a distancia y que puede causar una afección potencialmente mortal, que surge cuando la respuesta del organismo a una infección daña sus propios tejidos y órganos. La septicemia conduce a un shock, fallo multiorgánico y la muerte, especialmente si no se la reconoce tempranamente y no es tratada de inmediato.

    La septicemia sigue siendo la causa principal de muerte por infección a pesar de los avances en la medicina moderna, como vacunas, antibióticos y atención hospitalaria aguda. Millones de personas mueren de septicemia cada año en todo el mundo.Toda septicemia comienza con un foco de infección aislado como puede ser una neumonía, una infección de garganta, una infección del tracto urinario o una artritis séptica en una articulación.

    LOS SÍNTOMAS COMUNES SON FIEBRE, ESCALOFRÍOS, RESPIRACIÓN RÁPIDA, ERUPCIÓN CUTÁNEA…

    Inicialmente el organismo la combate y tiende a aislarla para que los gérmenes no lleguen a la sangre, siendo entonces una situación potencialmente grave puesto que es cuando la infección usa las venas y arterias como verdaderas autopistas, pudiendo provocar infecciones a distancia como en el hueso, la columna o el cerebro.

    Si una sepsis bacteriana se trata con antibióticos erróneos, la mortalidad de cometer ese error en 4 horas es menor que si se mantiene durante 24-48 horas, y esto se responde ampliando el espectro de antibióticos utilizados. Es de especial gravedad cuando la sepsis afecta a pacientes de edades sensibles como los ancianos o los niños, sobre todo los bebés, cuyo sistema inmunitario es inmaduro y se encuentra en proceso de desarrollo por lo que un “germen pata negra” no tiene apenas oposición y se hace fuerte en el organismo como si fuera un relámpago.

    Cualquier persona puede presentar una sepsis, pero el riesgo es mayor en:

    • Personas con sistemas inmunitarios debilitados
    • Bebés y niños
    • Personas mayores
    • Personas con enfermedades crónicas, como diabetes, SIDA, cáncer y enfermedad renal o hepática
    • Personas que sufren de una quemadura severa o trauma físico como los pacientes que presenten múltiples fracturas tras un accidente.

    Los síntomas comunes de la sepsis son fiebre, escalofríos, respiración rápida y ritmo cardíaco acelerado, erupción cutánea, confusión y desorientación. Se suele realizar un análisis de sangre para ver el recuento de la serie blanca (leucocitos) que es la encargada de hacer frente a una infección por pequeña o grave que sea.

    TODA SEPTICEMIA COMIENZA CON UN FOCO DE INFECCIÓN AISLADO: UNA NEUMONÍA, UNA INFECCIÓN DE GARGANTA, UNA INFECCIÓN DEL TRACTO URINARIO…

    El tratamiento cuando un paciente sufre una sepsis suele ser en las Unidades de Cuidados Intensivos ya que el germen puede provocar fiebre alta, alteraciones en la funciones básicas como renal o hepática y llegar al fracaso multiorgánico con el desenlace fatal en muchos de los casos.

    Debemos ser muy cautos y juiciosos cuando decidamos comenzar por nuestra cuenta a tomar antibióticos. Debemos consultar a un médico o farmacéutico, siempre. A todos nos interesa no perder esta batalla.

    Gérmenes resistentes a todo

    Entre 1.500 y 2.000 personas mueren cada año en España a causa de las bacterias multirresistentes a los antibióticos, una cifra que supera a los de los accidentes de tráfico. Solo en la Unión Europea, según datos del Centro de Control de Enfermedades Europeo (ECDC), fallecen unos 25.000 individuos al año a causa de las bacterias multirresistentes a los antibióticos. De continuar esta tendencia, en 2050 se pueden producir 10 millones de muertes al año en el mundo, frente al medio millón actual. La resistencia de las bacterias a los antibióticos es un problema sobre el que se lleva años alertando y que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha definido como una gran amenaza para la salud pública.

    Uno de los retos es reducir el tiempo de detección de la bacteria que causa la infección, que actualmente oscila entre 24-48 horas.

    ¿Por qué ocurre la resistencia?

    Hay varias causas que se postulan para conocer la razón del incremento de gérmenes resistentes a todo:

    1. El consumo excesivo de antibióticos. Esa es una de las principales causas. Estamos acostumbrados a tomar antibióticos ante situaciones en las que no sería necesario hacerlo como procesos gripales o febriles, en su mayoría causados por virus y a los que la toma de antibióticos no les afecta en modo alguno. En mi especialidad, antes de cualquier intervención se realiza lo que llamamos profilaxis antibiótica. Se administra una dosis antes de la intervención, durante si ésta se prolonga por encima de las dos horas y después durante casi todo el ingreso hospitalario. Estamos acostumbrados a la toma de antibióticos de forma habitual que eso puede generar resistencias.
    2. Escasa duración del tratamiento. Es frecuente que los pacientes no completen el ciclo de tratamiento en cuanto a lo que duración se refiere. El tiempo recomendado de la toma de medicación es entre 5-7 días. Es habitual que, una vez que el cuadro médico se esté resolviendo, se suspenda el tratamiento antes de tiempo. Por ese motivo, puede que algunas bacterias hayan estado en contacto con los antibióticos pero no se ha mantenido el tiempo adecuado, por lo que se hacen resistentes.
    3. Uso combinado de antibióticos. Ante la falta de respuesta a algunas terapias con un único fármaco, ante una infección se suelen combinar al menos dos antibióticos distintos para poder cubrir un mayor espectro de gérmenes. Pero si no se mantiene la duración adecuada del tratamiento, surgen las resistencias. Cada vez usamos antibióticos de mayor potencia para tratar infecciones de menor importancia.
    4. Mutaciones en los gérmenes. Se ha comprobado que algunas bacterias más peligrosas como la E.Colli, la Pseudomona o Klebiella, han mutado desarrollando resistencias a los antibióticos más potentes de los que disponemos.

    Las infecciones no son ninguna broma. Mal controladas pueden provocar verdaderos problemas en el organismo, sobre todo en personas vulnerables como los más pequeños y los mayores.