- Es una lesión en la que los huesos de una articulación se salen de su sitio al dañarse los ligamentos que los mantienen unidos y estables.
- El 50% de las luxaciones se producen en los hombros.
La luxación de una articulación es una lesión traumática que provoca la pérdida de relación normal entre los huesos de una articulación, estos se “salen” de su sitio al dañarse los ligamentos que los mantienen unidos y estables. Es infrecuente que esto ocurra pero cuando sucede, las consecuencias pueden ser catastróficas
La luxación del hombro ocurre especialmente en individuos jóvenes, cuya incidencia se estima entre el 1 al 2% de la población, un porcentaje muy alto favorecido por ser la articulación con mayor movilidad del aparato locomotor.? El 50% de las luxaciones de todo el cuerpo asientan en esta articulación, siendo la presentación más frecuente, en los servicios de urgencias, la luxación aguda anterior. Las que tienen una menor incidencia son la cadera, la rodilla o el tobillo.
¿Por qué es frecuente en el hombro?
A la estabilidad de la articulación del hombro o de cualquier otra región anatómica contribuyen:
- En el hombro, la superficie articular de la cabeza del húmero que es el hueso del hombro (de gran tamaño), articula con lo que se llama cavidad glenoidea (de pequeño tamaño, plana) del hueso de la escápula. Se asemeja a la disposición de una bola de golf sobre el tea que la soporta. Es muy grande la superficie de la bola respecto a la base de sujeción; con cualquier mínimo movimiento, la bola se sale. A menos que haya un aparato ligamentoso que envuelva y estabilice la articulación. En cambio, en la cadera por ejemplo, la cabeza femoral articula con el acetábulo de la pelvis, pero a diferencia del hombro donde la bola articula sobre una superficie plana, en la cadera la cabeza “encaja” en una cavidad profunda, lo que de por sí estabiliza. En el tobillo, la tibia y el peroné actúan como una pinza sobre el hueso del pie (astrágalo), por lo que para que el tobillo se luxe, debe haber una fractura de uno o de ambos. Algo parecido ocurre en la rodilla. El codo une el hueso del brazo con el cúbito y el radio. El cúbito en la zona del codo, posee una estructura a modo de gancho (olecranon) que la estabiliza.
- A nivel de ligamentos, el hombro posee una estructura llamada labrum glenoideo. Es como el reborde o bordillo contra el que topa la cabeza humeral al realizar los movimientos de rotación del hombro, evitando que se salga de la articulación, aumentando la profundidad de la cavidad glenoidea (que es plana y lisa a diferencia de la cadera). En él se insertan los ligamentos glenohumerales que se encargan de estabilizar la articulación, como ocurre con los ligamentos cruzados de la rodilla.
- El manguito de los rotadores del hombro actúa como estabilizador. Son los músculos que se insertan en la cabeza humeral y son los responsables de la movilidad. Desde peinarse al aseo personal básico.?Si el manguito se rompe, lo que ocurre con la edad o con un traumatismo importante, somete a los ligamentos a mayor esfuerzo y tensión. Cuando los ligamentos no estabilizan, es este músculo el que debe hacer un trabajo extra, sobrecargándose y provocando un desgaste que con el tiempo acaba en rotura.
La luxación se produce cuando existe un traumatismo que cause un desplazamiento de la cabeza humeral fuera de la articulación con la superficie de la glenoides, dañando los ligamentos glenohumerales y labrum, provocando dolor e impotencia funcional. El rugby, el balonmano, el judo, son relativamente frecuentes las luxaciones traumáticas.
Cuando el hombro se luxa con frecuencia, los ligamentos no son capaces de estabilizar la articulación por lo que el hombro se “sale” con frecuencia, incluso durmiendo o haciendo gestos básicos como peinarse o nadar.
Mecanismo de producción
La luxación o subluxación anterior recidivante suele tener un origen traumático, principalmente en pacientes jóvenes. Generalmente la cabeza humeral se desplaza hacia anterior, dañando los ligamentos. La principal estructura dañada en una luxación de hombro es el labrum articular que decíamos que reforzaba esa superficie plana y hacía que fuera más profunda. Pueden producirse fracturas y desgarros de los tendones del manguito rotador, especialmente en pacientes más mayores.
La luxación anterior es el tipo de luxación más frecuente. La cabeza humeral se desplaza por delante de la cavidad glenoidea, rompiendo el labrum y los ligamentos y desplazándose fuera de la misma, debajo de la axila. Suele deberse a una caída sobre la mano extendida o a un tirón del brazo. Los músculos que rodean la articulación, sufren una contracción tan severa que provocan un dolor intenso e impotencia funcional. Otra manifestación llamativa es el hombro en charretera que se manifiesta como una “depresión en hachazo” por debajo de los huesos del hombro. El brazo con el hombro luxado aparece típicamente sujetado por la mano contraria ya que cualquier pequeño movimiento supone un dolor increíble.
El diagnóstico es inmediato ya que la sintomatología es muy característica. Hay que reducir la luxación para lo que hay numerosas maniobras. Debido al dolor y si el paciente es muy musculoso, puede resultar realmente difícil la reducción, por lo que hay que relajar al enfermo lo que contribuirá a facilitar la tarea. Es ocasiones hay que realizar una sedación para que la musculatura se relaje. Es importante realizar una Rx simple y una RMN del hombro para valorar las estructuras dañadas y comprobar si hay alguna fractura asociada, aunque esto vale para cualquier tipo de luxación.
En el resto de articulaciones, en el caso de producirse una luxación, hay que valorar el hueso y los ligamentos, además de todas las estructuras que rodean a los huesos lesionados. Es posible que se produzca una lesión de los nervios cercanos debido al “estiramiento” al que son sometidos, al igual que las venas y arterias. La reducción es una urgencia real y debe realizarse a la mayor brevedad posible.
Dependiendo de la edad, la actividad laboral, los hallazgos de la resonancia, se plantea la posibilidad de operar y reparar las estructuras dañadas, u optar por tratamiento conservador mediante un cabestrillo. En pacientes activos de alta demanda, menores de 45 años y con lesión de ligamentos principales, se recomienda la reparación de los ligamentos mediante artroscopia de hombro; el tratamiento consiste en reanclar mediante arpones, las estructuras avulsionadas. El plazo de recuperación, entre 3 y 4 meses.