- Casi ocho millones de andaluces se han vacunado ya y tres millones y medio tienen la pauta completa.
Ya falta menos. En Andalucía se han vacunado casi ocho millones de personas, y más de tres millones y medio tienen la pauta completa. Ya se sabe que, a mayor número de personas vacunadas, menos riesgo de acabar en el hospital por una carga viral importante al ser improbable que se desarrolle la enfermedad en toda su virulencia.
Con tanta gente vacunada en todo el mundo, es normal compartir experiencias acerca de cómo le ha ido la experiencia a cada uno.
Por lo que he preguntado y he leído, hay varias situaciones que se repiten con frecuencia:
1.- La segunda vacuna suele tolerarse peor que la primera. Esto ocurre sobre todo en aquellas personas que han recibido las dos dosis de Pfizer. En el caso de Astra Zéneca parece que es al contrario: la primera es la que acompaña con más sintomatología.
2.- Los síntomas postvacuna suelen presentarse en las 24 horas siguientes al recibir la dosis. Luego, como por arte de magia, desaparecen.
3.- La fiebre y el cansancio son los más repetidos. Hay gente que recomienda tomarse un paracetamol el mismo día que se recibe la vacuna.
En cualquier caso, son efectos secundarios insignificantes comparados con la opción de estar inmunizados. Pero vamos a hablar de lo que la mayoría de las personas vacunadas han notado con mayor frecuencia y es el dolor en el brazo.
¿Por qué duele el brazo?
La vacuna contra el COVID-19, cualquiera que sea la marca usada, se administra vía intramuscular. En mi caso concreto, recuerdo haber tenido dolor en el brazo, nada serio pero sí que al dormir sobre el lado inyectado me despertaba por la molestia. También tuve un ligero dolor al elevar el brazo durante dos o tres días, pero sin gran intensidad. Vamos a elaborar distintas hipótesis para dar respuesta al dolor de brazo postpunción.
1.- Duele porque se administra una cantidad importante de líquido. NO
La cantidad que se administra es realmente pequeña, en concreto 0.3 ml, una vez se ha diluido la vacuna en suero fisiológico. Para que se hagan una idea, una ampolla de nolotil son 5 ml para inyectar, 10 veces más. Digo nolotil porque quizás es de las inyecciones que más duelen cuando se inyectan. Con esa cantidad tan pequeña, el músculo casi no lo nota. Cuando se administra una inyección intramuscular, el líquido entra con fuerza y se distribuye entre las fibras del músculo que se abren. Esas fibras van agrupadas como si fueran “haces de trigo”. Si el líquido se introduce en una cantidad importante, esas fibras se separan y se genera una tensión que es la responsable de dolor. En el caso del glúteo, la típica inyección triple que se administra para el dolor, que lleva nolotil-diazepam-diclofenaco puede suponer más de 10 ml, veinte veces más cantidad que la vacuna. Ese líquido es lo que hace que duela y que estemos cojos uno o dos días hasta que se ha reabsorbido en su totalidad. A veces no se consigue y se forma un pequeño hematoma que deja una dureza en la zona que se ha pinchado.
2.-Duele por la aguja. NO
La aguja que se usa para administrar es la usada para poner inyecciones a la población pediátrica. La medida es de 25 x 8 mm. Se usan para pinchar a los niños en el glúteo y para los adultos en el brazo. La aguja tradicional con la que se pincha el glúteo a un adulto mide 40 x 8 mm. Luego la aguja usada para vacunar es más corta, llega a planos menos profundos teniendo menor posibilidad de dañar más músculo o estructuras vasculares o nerviosas. Además, se usan dos agujas, una con la que se aspira el líquido de la ampolla y otra con la que se realiza la vacunación. Si fuera la misma aguja, sí podría perder la punta algo de afilado al tocar contra el fondo de la ampolla de cristal, ya que ese filo de acero es extremadamente sensible. Si pierde afilado la punta, la punción podría ser más traumática y dolorosa.
3.-Duele por ser en el brazo. PUEDE.
La vacuna se inyecta en el deltoides que es el músculo que protege y rodea al hombro. Se llama así porque se parece a la letra griego “Delta”. Tiene tres porciones: la anterior, lateral y posterior. La inyección se suele administrar en la zona lateral que básicamente realizar la separación del brazo como para peinarse. Está muy vascularizado y su función básica es la movilidad del hombro. Es por eso por lo que pueda dificultar la realización de los movimientos como esa separación del brazo o dormir sobre el lado vacunado cuando se ha administrado el líquido justo ahí. Las ramas nerviosas se encuentran en profundidad por lo que sería extremadamente raro lesionar alguna rama con la aguja. Se notaría de manera inmediata, justo en el momento de inyectar el líquido, una descarga eléctrica en el hombro. El deltoides es un músculo más rico en terminaciones nerviosas que el glúteo, al estar cerca del cuello, la cara y los troncos nerviosos principales que salen desde el cuello hacia el brazo y que se llama el plexo braquial. Además de tener muchas más funciones de movilidad para el hombro que el glúteo mayor para la cadera, hacen que la inyección es esa localización sea más dolorosa, aún con una cantidad pequeña de líquido a administrar, esos 0,3 ml. Sin embargo, el hombro es un lugar rápido de inyectar, el paciente no precisa desvestirse y para vacunaciones masivas es ideal.
4.-Duele por la velocidad de la inyección. PUEDE.
La lentitud de la administración de cualquier inyección intramuscular es importante, sobre todo con cantidades importantes de líquido. Si se hace rápidamente, se genera una presión demasiado brusca en el músculo, separando las fibras y provocando más dolor. Insisto que ante una dosis de 0.3 ml, debería ser un “dardo” en lugar de una inyección para que el paciente notara un dolor significativo.
5.-Duele por los componentes/excipientes de la vacuna. NO
Entre otros hay cloruro potásico, sódico, sacarosa o agua para inyección. No deben ser los causantes. La causa más probable del dolor de hombro tras la vacuna sea la propia reacción inflamatoria generada en una zona sensible como el deltoides. No acarrea problemas más allá de molestia durante uno o dos días.