Las neuropatías por atrapamiento aparecen tras una irritación producida por alguna estructura vecina, ya sea músculo o hueso que lo comprime.
Si alguna vez tras una larga caminata, tras correr o jugar al pádel, usted ha sufrido quemazón o ha sentido electricidad en el talón o la planta del pie, es posible que sufra alguna de las neuropatías por atrapamiento de alguno de los nervios del pie.
Las neuropatías adquiridas de la extremidad inferior son frecuentes, pudiendo estar implicados todos los nervios del pie, tobillo y pierna. Neuropatía hace referencia a la enfermedad del nervio. El término de atrapamiento nervioso, puede ser usado para describir cualquier tipo de lesión nerviosa. Clásicamente se describió la “neuropatía por atrapamiento”, como “una lesión localizada e inflamatoria de un nervio periférico (de brazos o de piernas), que aparece tras una irritación mecánica producida por alguna estructura vecina, ya sea músculo o hueso que lo comprime.
Las neuropatías compresivas, tienen múltiples causas siendo los signos y síntomas de presentación muy variables en función del grado de daño neural y de cual sea el nervio afectado.
La lesión de un nervio se puede producir tras múltiples causas:
- Trauma agudo o microtraumatismos de repetición.
- Atrapamiento nervioso periférico: habitualmente se forma inicialmente un neuroma que generalmente se localiza por encima del lugar de compresión. Se llama periférico a los nervios de brazos o piernas. Si la causa compresiva continúa, forma una fibrosis o cicatriz del nervio que altera la conducción nerviosa. El nervio se parece mucho a un cable eléctrico.
- Compresión por estructuras vecinas tales como grupos musculares, bandas fibrosas, superficies óseas …
- Tumores: infiltración metastática, neurilemoma (schwanoma), ganglión, varices, lipomas …
- Disfunción de la circulación microscópica y atrofia de la piel como complicación de problemas metabólicos: Artrítis reumatoide, Diabetes Mellitus, enfermedad vascular periférica, hiperlipidemia, hipotiroidismo…
- Causas exógenas tales como: traumatismo nervioso con pérdida de continuidad por sección o avulsión, o causas compresivas secundarias a un síndrome compartimental. También puede ocurrir tras una fractura, luxación, lesión tras inyección o lesión por tracción que ocasione un hematoma dentro del nervio.
- Iatrogénia (daño provocado por una intervención médica): presión inadecuada por una mala colocación del paciente durante una intervención.
- Englobamiento del nervio periférico por fibrosis cicatricial tras una cirugía realizada sin complicaciones.
Síndrome del túnel tarsiano
El síndrome del túnel tarsiano (STT) se define como una neuropatía compresiva extrínseca o intrínseca, del nervio tibial posterior. Es un síndrome análogo al del nervio mediano que se ve comprometido en la muñeca provocando el túnel carpiano, en el que el nervio tibial posterior se ve comprometido cuando pasa por la parte interna del tobillo.
Existe una gran variedad de causas que se pueden encontrar asociadas al síndrome del túnel tarsiano, y que dan lugar a una compresión del nervio tibial posterior o a una de sus ramas en el canal tarsal. Este nervio puede verse comprimido por la presión desde fuera o desde dentro del túnel.
Las lesiones ocupantes de espacio (postraumáticas, neoplásicas o inflamatorias) son una de las causas más frecuentemente documentadas en la literatura. Las más frecuentes son las varicosidades (la más frecuente), las tenosinovitis, los quistes o gangliones, siendo más raras lesiones tales como lipomas y neurofibromas. Aunque son raros, no hay que olvidar que tumores malignos como puede ser el osteosarcoma también pueden dar lugar a este síndrome.
Los factores postraumáticos, se encuentran en un 17% de los casos y pueden englobar las fracturas de tobillo, esguinces o fracturas-luxaciones del tobillo y/o pie. Así, las fracturas de maleolo medial de la tibia, del calcáneo pueden ser causas posibles. Se ha asociado este síndrome con enfermedades sistémicas como puede ser la diabetes y las artritis inflamatorias. La artritis reumatoide, el hipotiroidismo, las artropatías seronegativas y las hiperlipidemias también se han visto relacionadas.
Estudios recientes estudian la relación existente entre determinadas deformidades como son el pie plano o un retropié con un valgo fijo con el desarrollo de este síndrome, al producirse cierta tensión sobre el nervio tibial posterior.
¿Cómo es el dolor?
El paciente refiere un dolor quemante cuya localización varia según el nervio o nervios comprimidos, y que aumenta con la bipedestación o deambulación prolongadas, y mejora en reposo, con el pie en alto y al retirarse el calzado. Un dato característico es que el paciente puede presentar dolor nocturno en un 42 % de los casos. Cuando se trata de una compresión severa, las parestesias se pueden irradiar proximalmente a los gemelos.
El dolor se puede localizar sobre el arco del pie, pero si se afecta el nervio plantar se puede presentar en los dedos y en la zona plantar del antepié. Si se afecta más la rama calcánea medial, los síntomas pueden ser más intensos sobre la cara medial del talón.
El tratamiento debe ir orientado a corregir la causa del síndrome del túnel tarsal. Por ejemplo, en el caso de que exista una masa ocupante de espacio como puede ser un ganglión o un lipoma, no tiene sentido realizar un tratamiento conservador y realizaremos un tratamiento quirúrgico de entrada.
La utilización de analgésicos orales y el uso de infiltraciones con corticoides está indicada cuando sospechemos una inflamación de tendones o un proceso inflamatorio localizado alrededor del nervio. También la fisioterapia y el láser estarían indicados en estos casos.
En casos de deformidad asociada del pie como ocurre en el pie plano-valgo, las plantillas correctoras del arco longitudinal medial del pie y del talo valgo, obtienen buenos resultados al disminuir la tensión que se crea sobre el nervio tibial posterior.
Neuroma de Morton
Es una inflamación de los nervios que van entre los dedos del pie, debido sobre todo a microtraumatismos. Suele afectar a mujeres con mayor frecuencia que a hombres, y suele ser unilateral. El paciente presenta un dolor quemante, persistente o con calambres, localizado en la región de las cabezas de los metatarsianos, generalmente en el espacio entre 3º y 4º dedos. El dolor aumenta con la deambulación y disminuye con el reposo, retirada de calzado y masaje de la zona.
El diagnóstico suele completarse con la realización de una ECO o una Resonancia del pie. El tratamiento puede ser Conservador mediante la utilización de plantillas, inyección local de corticoides en el espacio interdigital afectado y los zapatos de puntera ancha. Una vez fracasado el tratamiento conservador y habiendo descartado otras causas posible que pueden coexistir con el neuroma interdigital, estaría indicada la cirugía.