Los factores de crecimiento son proteínas que regulan los procesos de reparación tisular y que ejercen diversos efectos sobre la zona lesionada.
Esta semana, dos deportistas famosos cada uno en su disciplina, han sido noticia. El primero ha sido Piqué, central del Barcelona lesionado de gravedad hace un par de semanas en su rodilla, donde una rotura parcial del ligamento cruzado anterior y completa del ligamento lateral interno, amenazan con el futuro del veterano jugador. El otro ha sido Marc Márquez. El campeón del mundo de Moto GP aún tiene pesadillas con la fractura de húmero que sufrió hace varios meses. Nada más ser intervenido, llamaba la atención la pose de Márquez haciendo flexiones con la placa en el hueso casi recién puesta. A los pocos días salta la noticia: hay que reintervenir al piloto porque se desmontaron la placa y los tornillos. El jueves se tiene que intervenir por tercera vez porque la fractura no consolidó, lo que técnicamente se denomina pseudoartrosisEn ambos casos, una de las claves del tratamiento son los factores de crecimiento, en concreto, el sistema Endoret de la empresa española BTI.
Los factores de crecimiento (FC) son proteínas que regulan los procesos clave de la reparación tisular y que ejercen diversos efectos sobre el crecimiento celular, metabolismo, locomoción, contractilidad y diferenciación celular, que son esenciales para la reparación de los tejidos. Son secretados por muchos tipos celulares como una función basal o de respuesta a una lesión, pero, sobre todo, lo son por las plaquetas. Hay al menos 7 tipos diferentes de factores de crecimiento, cada uno tiene una acción concreta: unos se encargan de estimular la formación de nuevos vasos para que haya aporte suficiente de sangre en la zona dañada, otros se encargan de formar nuevos nervios que sustituyan a los lesionados, otros estimulan la formación de colágeno o de hueso, otros activan a las células musculares llamadas satélites que se encargan de formar nuevas células musculares. Hay todo un abanico de opciones destinadas a reparar un daño o regenerar una zona enferma como es el caso de sufrir artrosis.
Las plaquetas (células que taponan las heridas evitando el sangrado) que invaden con prontitud las regiones adyacentes a un tejido lesionado, son ricas portadoras de factores de crecimiento. Estos son liberados desde unos pequeños gránulos que hay en su interior, y se convierten así en potentes iniciadores de la cascada de acontecimientos que dirigen a la curación, difundiéndose rápidamente desde el lugar de la lesión. Son células cuya vida media es corta, alrededor de 7 días. Las plaquetas son células pequeñas de 2-4 micrometros de diámetros y hay 300 mil por mililitro en la sangre. Dentro de cada plaqueta podemos encontrar Calcio, serotonina, factores de crecimiento y sustancias que contribuyen a formar un coágulo y detener el sangrado.
El plasma es la porción líquida de la sangre. Es el medio en el que flotan las células sanguíneas, además de otras sustancias tanto orgánicas como inorgánicas. El peso del plasma de una pesona de 70 kg , es de unos 3,5 kg.
¿Cómo se ha tratado a Piqué?
El ligamento cruzado anterior es un estabilizador de rodilla, sobre todo para las rotaciones y el movimiento hacia delante de la articulación. Es como una trenza con dos cordones, uno anteromedial y otro posterolateral. Esos dos haces combinados son los encargados de estabilizar la rodilla. Piqué no ha sufrido una rotura completa de ambos haces, lo que le llevaría sin duda al quirófano. Sólo ha sido la rotura de uno de ellos, eso es clave para la recuperación con plasma. El proceso de tratamiento consiste en inyectar el plasma de Piqué en la zona rota del ligamento, que suele ser la inserción proximal. El ligamento es como una cortina que se ha arrancado del techo, pero parcialmente; entonces inyectamos en esa zona que se ha soltado del techo. El plasma lo que hace es acelerar el aporte de sangre, también de oxígeno, activa a las células madre para que se conviertan en células ligamentosas que reparen a las dañadas. Hay estudios que se han llevado a cabo con futbolistas como Piqué con una lesión similar y la reincorporación deportiva es inferior a 4 meses.
¿Y Márquez?
Al no consolidar su fractura con dos intervenciones previas, hay que recurrir a una cirugía de mayor entidad, no en vano estuvo más de 8 horas en quirófano. Se hubo de retirar la placa y los tornillos, limpiar todo el tejido desvitalizado que ha impedido que el hueso suelde. Para darle un mayor empaque y seguridad a la intervención, se añaden factores de crecimiento al foco de fractura junto con injerto de hueso. Pero el hecho diferencial ha sido una técnica de microcirugía mediante un colgajo libre de hueso córtico-perióstico. Se trata de extraer un fragmento de hueso de la parte interna de la rodilla que además lleva la arteria que le provee de flujo de sangre. Ese fragmento de hueso se coloca en el foco de fractura del brazo y la arteria se conecta a una arteria del brazo en las cercanías de la fractura. Todo se realiza mediante microcirugía con mediane una técnica muy laboriosa y precisa. De esa forma se garantiza un aporte vascular continuo gracias a la unión de ambas arterias.
¿Cómo se obtienen los factores de crecimiento?
-Se realiza una extracción de sangre al paciente, similar a la que se requiere para una analítica normal. Lo habitual es el llenado de 4 tubos de 8 ml, pero dependiendo de las localizaciones que haya que infiltrar, se pueden llegar a usar hasta 8 tubos en un solo proceso
-A continuación, se realiza la fase de plasmaféresis, es decir, se colocan los tubos de sangre extraída en una centrifugadora, que será la encargada de separar la células sanguíneas. Las células rojas y blancas son más grandes y pesadas que las plaquetas, por eso, una vez finalizado el proceso de centrifugado, las plaquetas, de color amarillo, quedan arriba, y el resto quedan en el fondo del tubo. La cantidad de plaquetas obtenida puede llegar a ser 60 veces superior a la que hay normalmente en el torrente circulatorio.
-La parte más cercana al borde del tubo, es pobre en factores de crecimiento, y la más enriquecida es la que queda en el límite entre las plaquetas y la zona roja. Es por eso por lo que, de forma meticulosa, hay que aspirar la parte más enriquecida, desechando la más pobre.
-Una vez aspirada la parte más rica, se deben activar las plaquetas añandiendo cloruro cálcico. Éste actúa como un gatillo, poniendo en marcha el proceso reparador.
-Se infiltra en la región a tratar. El 70% de los factores, se activan en el lugar de la inyección a los 10 minutos. El 100% lo hará cumplida la primera hora. A los 7 días aún se puede apreciar capacidad de reparación en el lecho infiltrado.
¿Cuántas veces me tengo que infiltrar?
Se recomienda entre dos y tres, separadas cada una entre 4 y 7 días. La aplicación de factores se puede aplicar al mismo tiempo que se realiza un tratamiento rehabilitador, ya que ambos son compatibles en el tiempo.