-Hay que tener mucho cuidado a la hora de tirarte al agua por los daños que se pueden producir en la columna cervical, el sistema articular más complejo y móvil del organismo.
-La lesión medular puede ser completa o incompleta, según afecte al movimiento y la sensibilidad o sólo a alguna de las dos.
Lo que a priori es un gesto divertido, inocente y aparentemente inofensivo como tirarse de cabeza en la playa o en una piscina, puede convertirse en algo realmente dramático.
Si uno no se fija bien y el fondo del río, playa o piscina es poco profundo, la cabeza golpea contra esa superficie dura, provocando que la energía cinética empleada al meternos dentro del agua se transmita casi en su totalidad a la parte más débil, la columna cervical.
Esto provocan, bien una fractura del cuerpo vertebral y que alguno de los fragmentos se desplace e invada el canal por donde circula el cordón medular (son los nervios que llevan la sensibilidad y la fuerza a brazos y piernas) o debido a la torcedura del cuello se provoca una lesión similar a la producida por un accidente de tráfico, un latigazo cervical
El resultado es el mismo: tetraplejia (parálisis de las cuatro extremidades, permanente e irreversible en la mayoría de los casos). Estadísticamente, las lesiones medulares están causadas en casi un 50% de los casos por accidentes de tráfico, siguen en frecuencia, las caídas (incluyendo accidentes deportivos), y los accidentes laborales.
A nivel cervical, se produce un déficit neurológico asociado en el 39% de las fracturas, siendo la más frecuente C6.
Anatomía cervical
La columna cervical es un complicado y flexible sistema articular, formado por 14 articulaciones interapofisarias vertebrales, junto a sus respectivas cápsulas articulares, estructuras y complejo ligamentario, cinco discos vertebrales, siete vértebras cervicales, todo ello reforzado por ligamentos que actúan como una funda envolviendo y protegiendo a las vértebras.
La columna cervical es el sistema articular más complejo y móvil del organismo. Las 32 articulaciones, coordinadas entre sí, llevan a cabo los movimientos de la cabeza con relación al tronco, prácticamente en todas las direcciones.
Hay estudios biomecánicos que refieren que el cuello puede llegar a moverse más de 500 veces en una hora de trabajo, algo que no ocurre en ninguna otra región anatómica.
Si a esto le añadimos que la columna cervical se haya sujeta a situaciones de estrés o tensión, además de ser muy solicitada al caminar, permanecer de pie, acostarse o levantarse, puede sufrir dolor y sobrecargas con enorme facilidad.
Todo ello hace que la columna cervical sea el lugar predilecto para la aparición de estrés mecánico, artropatías, sinovitis articulares o, simplemente, patología a nivel muscular
El canal vertebral es más amplio en la zona proximal de la columna cervical y se va estrechando conforme se acerca a C7. Es el canal por donde “circula” la médula espinal, una especie de cable formado por millones de fibras nerviosas que conectan el cerebro con la columna y ésta a su vez con las extremidades y las vísceras.
De ahí salen raíces nerviosas a ambos lados desde C1 a C8, a través de los agujeros de conjunción. Dependiendo de donde se produzca la lesión, así se producirá el déficit en brazos o piernas.
Si la lesión medular es por encima de la vértebra C4, como ocurre en las personas que se ahorcan, es incompatible con la vida y el paciente muere. Si la lesión es inferior a C4, se produce una tetraplejía, es decir, una parálisis desde la lesión hacia abajo, brazos y piernas. Cuando el daño medular ocurra a nivel dorsal, el resultado es una paraplejía.
Además del problema en la movilidad y la sensibilidad de brazos, piernas y el tronco, tenemos el problema asociado del control de esfínteres (incontinencia completa tanto para orinar como para defecar) precisando en muchas ocasiones sondajes vesicales para evacuar ya que la vejiga también se paraliza, así como enemas de limpieza porque el aparato digestivo también se paraliza, provocando un estreñimiento importante.
La lesión medular puede ser completa o incompleta, según afecte al movimiento y la sensibilidad o sólo a alguna de las dos. Es completa cuando no siente nada ni mueve nada por debajo de la lesión, e incompleta cuando hay algo de actividad.
¿Qué es un latigazo cervical?
El termino latigazo cervical se refiere a la transferencia al cuello de energía por un mecanismo de aceleración-desaceleración que resulta de un choque por alcance posterior o lateral, normalmente por colisión entre dos vehículos normalmente, aunque puede darse por otras razones.
El mecanismo de aceleración desaceleración incluye una fase de desplazamiento con flexión hacia delante de la columna cervical alta y extensión hacia atrás de la columna cervical baja seguida de una fase de hiperextensión con desplazamiento en C de toda la columna cervical y, posteriormente, una fase de hiperflexión por contragolpe.
Las lesiones por latigazo son diferentes de aquellas producidas por compresión o traumatismo directo, más proclives a causar dislocación o fracturas de la columna vertebral.
Estas lesiones se conocen como síndrome del latigazo cervical, esguince cervical, distensión cervical o lesión de partes blandas de la columna cervical. Las lesiones por aceleración-desaceleración describen tanto un mecanismo lesional como un conjunto de cuadros clínicos derivados de aplicar una fuerza indirecta sobre la cabeza y la columna cervical.
Los mecanismos lesionales y la evolución clínica siguen presentandoaspectos controvertidos, pese a los múltiples estudios biomecánicos y médicos.
Aunque la mayoría de los pacientes se recupera rápida y completamente una importante proporción desarrolla síntomas crónicos e intratables.
A los seis meses de sufrir una lesión por latigazo cervical entre el 20-60% de los pacientes tiene molestias y entre el 13-50% siguen de baja o no pueden realizar sus actividades habituales. A largo plazo se calcula que entre el 15-40% desarrolla dolor persistente y un 10% dolor constante intenso un año después del accidente.
Tratamiento
Una vez se comprueba la lesión medular mediante la exploración clínica, se realiza un TAC y una RMN de columna cervical y dorsal para valorar la localización de la lesión así como verificar la presencia de edema o inflamación de las fibras nerviosas donde se ha producido el daño.
Hay un 10% de lesiones medulares donde se no se aprecia ninguna anomalía en la resonancia, sobre todo ocurre en niños y se denomina por sus siglas en inglés (SCIWORA).
La severidad de la lesión va a depender de la localización de su extensión. Si se verifica una lesión medular debida a un fragmento óseo que invade el canal, hay que realizar una cirugía de descompresión urgente, para eliminar la presión a la mayor brevedad e intentar restaurar la normalidad a nivel cervical.
Tanto si eso ocurre como si no, se instaura un tratamiento intravenoso a base corticoides a dosis relacionadas con el peso del paciente, además de vigilar que no se produzca el temido “shock medular” que puede provocar la muerte debido a complicaciones respiratorias (aspirado del contenido del estómago tras un vómito), complicaciones derivadas del propio shock (hipotensión, caída del ritmo cardíaco).
El pronóstico en el caso de una lesión completa es la parálisis permanente en el 93% de los casos. En el incompleto va a depender del grado de afectación, pero pueden recuperar entre un 20-50% de los casos.