-Antonio Ríos Luna estuvo el pasado jueves en el programa ‘Y Ahora Sonsoles’ de Antena 3 en una experiencia única.
Recuerdo perfectamente cómo empezó todo. Un día cualquiera después de la consulta y mientras consultaba distraídamente Instagram, me doy cuenta de un mensaje que acaba de entrar y decía: “Hola Antonio, me llamo Pablo y soy redactor del programa de ‘Y Ahora Sonsoles’ en Antena 3, cuando tengas un momento me gustaría hablar contigo”.
Lo leo y releo pensando lo fino que hilan cada vez más los timadores en internet, y le sigo la corriente. Sin embargo, cuando veo el perfil de Pablo me doy cuenta de que realmente pone que trabaja en Antena 3 y sus fotos parecen de una persona real. Le doy mi teléfono y me contacta
Han leído la entrevista que mi querida Gema García Marcos me hizo para el diario El Mundo hablando de rodillas felices y quieren que esté en directo en su programa. Pablo me hace un par de preguntas para ver cómo respondo, si doy el perfil para la tele y si tengo cosas interesantes que decir. “Lo voy a proponer en redacción y si interesa, te llamo”.
Ahí pensé yo que iba a acabar la historia, pero no. ¡Antonio, que te vienes la semana que viene! -me ratifica. Yo no doy crédito aún. En la tele puede cambiar todo de un momento a otro. Después de ver la agenda, concretamos para el jueves 26 de septiembre.
¿Cómo es posible que yo vaya a salir en la tele a nivel nacional? -me pregunto una y otra vez-. A veces la vida te pone en unas situaciones trepidantes en un abrir y cerrar de ojos, y eso es lo que ha pasado.
Jueves 26 de septiembre
Me recogen y me llevan a Plaza de Castilla donde me espera la redactora Marina y el cámara Guillermo. La idea es hacerme un pequeño reportaje y entrevistar a varias personas para ver si sus rodillas son felices o no. Yo pensaba que Marina llevaría la voz cantante, pero no. Saca el micro de color naranja, lo enciende y me lo pasa.
“Sólo te va a costar un poco la primera persona. Ya verás como el siguiente es pan comido”, me confirma Marina. Al principio me da un poco de cosa, pero voy a hacer lo que hago cada día: preguntar y entrevistar a personas que me hablan de sus dolencias, pues eso mismo voy a hacer.
Ni corto ni perezoso, nos lanzamos como los leones en busca de presas, a la caza de candidatos a ser entrevistados, sobre todo aquellos con bastón o muletas para que nos detallen lo que les ocurre. Hay de todo como en botica.
Personas que pasan de largo pensando que les quieres vender algo y otras que amablemente se detienen a conversar en cuanto les digo que es para la tele y el programa ‘Y Ahora Sonsoles’, la mayoría colabora y además cuando les digo que soy médico y vamos a hablar de sus rodillas. Las personas que tienen un problema quieren compartirlo con otros, sobre todo si son médicos, por si pueden encontrar algún tipo de mejoría para esa dolencia.
Fueron más de 15 personas en algo menos de dos horas las que nos contaron sus problemas con sus rodillas, una experiencia muy enriquecedora la de ser el reportero más dicharachero, como era mi admirado Gustavo de Barrio Sésamo. A las cuatro de la tarde estaba en Atresmedia en San Sebastián de los Reyes donde se encuentran los estudios de Antena 3.
Una vez que pasé el control de seguridad ya comencé a notar el ritmo vertiginoso de la tele.
Nos asignaron a Miriam, una simpática persona de producción que sería la encargada de llevarnos y traernos por las instalaciones. Como si nada me cruzo con Roberto Brasero, el hombre del tiempo de Antena 3, la Miss España María José y varios personajes de la farándula que no termino de conocer, pero cuya cara me suena. Nos dejan en un camerino con otros invitados: un mago, un hombre que no quiere compartir el premio de la lotería con sus hijos y una paciente de polio que lucha por sus derechos.
Salgo en el primer bloque, a eso de las cinco y media. Nada más llegar conozco a Pablo que me hace un recorrido por las instalaciones: plató, control de realización y otras estancias. Increíble. Hay decenas de personas como abejas en la colmena que van de un lado para otro. El plató me sorprende. Es más pequeño de lo que se ve en la tele y reconozco rápidamente los decorados.
Me llevan a maquillaje y sentada a mi lado María José Suarez con un vestido de lentejuelas está recibiendo los mismos brochazos que yo. De ahí, Miriam me lleva a que me “microfonen”, es decir, ponerme el micrófono y comprobar que funcione. Entonces, Iñakiel que lleva la voz cantante en el plató me explica lo que quieren de mí, donde me voy a colocar, y mi interactuación con Sonsoles.
El público comienza a entrar y sentarse y todo el mundo se acelera. El programa está a punto de comenzar. Me sitúo en la entrada del plató a la espera de mi turno cuando por el rabillo del ojo percibo un movimiento y entra Sonsoles Onega con un vestido rosa y paso decidido acompañada de un séquito de colaboradores.
Pasa a mi altura, me mira y saluda con un “Buenas tardes” al que yo correspondo. Camina tres pasos, se detiene y se gira caminando de nuevo hacia mí. Vuelve a mi altura y dice: “Es usted el doctor”, mientras se acerca para darme dos besos. “Leí su entrevista y quería traerle a mi programa, nos vemos ahora”, y se gira rauda y veloz porque el tiempo apremia.
El caos se vuelve calma, todo el mundo a sus puestos y comienza el programa. Me sientan fuera de plano de cámara, pero a escasos metros de la acción hasta que Iñaki me reclama. No estoy nervioso, la verdad, lo que me sorprende dado que es la primera vez que hago esto en directo.
Sonsoles da paso al reportaje que hemos grabado y entro en la zona caliente del plató colocándome al lado de la presentadora. Iñaki hace gestos con la mano dándole paso y comienza a hablar. “Es usted el cinturón negro de las rodillas”, me dice. Defíname que es una rodilla feliz…
Ahí comenzamos a hablar como si solo estuviéramos ella y yo. Tres personas del público se ofrecen voluntarias para que exploremos sus rodillas e incluso Sonsoles se ofrece voluntaria para hacer varias pruebas como entrar en una bañera, subir escaleras o ponerse unos calcetines.
En ocho minutos que se me pasaron volando, acabó todo. Menudaexperiencia. Todo el equipo muy cariñoso y profesional conmigo. Sonsoles espectacular. Muy cercana, con los ojos vivos típicos de alguien que absorbe toda la información en décimas de segundo, con una capacidad de liderazgo tremendo que sabe cómo manejar su programa al más puro estilo del mejor centrocampista del mundo, no en vano está donde está. Volveremos.