- El número de personas ahogadas en espacios acuáticos públicos en España en lo que va de año alcanza las 253.
- Es fundamental conocer qué hacer en caso de ahogamiento.
Con el calor que estamos sufriendo en este verano, todos buscamos un remedio para soportar esas altas temperaturas, y qué mejor solución que remojarse, ya sea en la piscina, la playa o en un río. Pero debemos tener cuidado y no exponernos de forma innecesaria, si las condiciones de baño no son adecuadas o no podamos atender a los niños que tengamos a nuestro cargo.
El número de personas ahogadas en espacios acuáticos públicos en España en lo que va de año alcanza las 253. La mayoría de los fallecidos se encontraban en espacios que no eran vigilados en ese momento por socorristas. Es el peor dato desde 2018, habiéndose incrementado un 13% respecto al año de mayor incidencia.
Y lo peor, no se sabe el motivo.
Me llamó la atención una imagen que vi por televisión: una socorrista llama la atención impotente a decenas de bañistas que se encuentran dentro del agua, en una playa, sin hacer el más mínimo caso, y con una bandera roja ondeando de forma inútil.
En el caso de los niños más pequeños, ocurren con mayor frecuencia en piscinas, mientras que en los adultos la frecuencia mayor es en aguas abiertas durante el baño, la pesca o la práctica de algún deporte náutico. En el caso de las personas de edad avanzada es también la playa el lugar donde ocurren la mayoría de los casos.
El Ministerio de Sanidad tiene editado un folleto con una serie de medidas básicas y de prevención para evitar accidentes.
La mayoría de estos se producen en un entorno familiar.
Entre ellos se encuentran:
1.- En el caso de los niños, Sanidad recalca la necesidad de vigilarles en todo momento, y «no delegar esta responsabilidad en otros niños más mayores».
2.- Usar chalecos salvavidas en lugar de los clásicos manguitos y roscos que se pueden soltar o pinchar, poniendo en riesgo al niño.
3.- Para los adultos, evitar el consumo de alcohol antes de bañarse, evitar los baños nocturnos y no tirarse de cabeza en sitios de poca profundidad. Además, se aconseja salir enseguida del agua si se siente cansado o con frío.
4.- «Un bebé puede ahogarse en 30 centímetros de profundidad», recuerda el ministerio, que aconseja cercar el perímetro de las piscinas con un cercado de al menos 1,2 metros que sea imposible para los menores escalar.
5.- El ahogamiento se produce de forma rápida y silenciosa, la mayoría de las veces la víctima se perdió de vista solo unos minutos.
6.- Avisar a los padres, madres o cuidadores cuando se vayan a meter en el agua y bañarse siempre acompañado.
7.- Antes de meterse en el agua compruebe la temperatura y espere 2 horas después de haber comido.
8.- Respete la señalización mostrada por las banderas en el caso de bañarse en el mar.
9.- No se lance al agua en zonas desconocidas, con poca profundidad o desde una altura elevada o donde pueda haber obstáculos como piedras, ramas o exceso de bañistas.
10.- Compruebe cuidadosamente la profundidad del agua antes de sumergirse y evite bucear o saltar en aguas turbias donde pueden no ser visibles otros nadadores y objetos.
Qué hacer en caso de ahogamiento
En los casos de ahogamiento, la atención inicial es vital ya que es posible, si ha trascurrido poco tiempo, que podamos reanimar al ahogado y así, salvarle la vida. Por eso es importante prestar atención a los siguientes consejos. Hay una serie de pasos que son comunes a todos los accidentes:
1.- A no ser que la colocación de la víctima lo exponga a lesiones adicionales, deben evitarse los cambios de posición hasta que se determine la naturaleza del proceso. Si está tumbado, debemos dejarlo así.
2.- La cabeza debe mantenerse al mismo nivel que el tronco excepto cuando exista dificultad respiratoria. En ausencia de lesiones craneales o cervicales se pueden elevar ligeramente los hombros y la cabeza para mayor comodidad. Si se producen náuseas o vómitos debe girarse la cabeza hacia un lado para evitar aspiraciones.
3.- Nunca se deben administrar alimentos o bebidas y mucho menos si el paciente está inconsciente.
4.- La actuación básica ante una persona inconsciente, se mide por las iniciales A, B y C.
- A.- Es apertura de la vía aérea: debemos asegurarnos que el paciente no tiene ningún cuerpo extraño que lo obstaculice e impida la entrada y salida de aire.Hay que tener cuidado con la lengua. Si hay una parada cardiorrespiratoria la victima pierde complemente el tono muscular lo que asociado al efecto de la gravedad hace que la lengua caiga hacia atrás ocluyendo la vía aérea. La principal causa de obstrucción de la vía aérea en la victima de muerte súbita no traumática es la lengua. La maniobra más efectiva para permeabilizar la vía aérea es la extender la cabeza, es decir, echarla hacia atrás y elevar del mentón. Si existe o se sospecha lesión de columna cervical, sólo se debe realizar la elevación del mentón manteniendo la cabeza en posición neutra.
- B.- Ventilación: manteniendo la vía aérea abierta el reanimador acerca el oído a la nariz de la victima. Mirando hacia el tórax de la misma, escuchando si hay respiración y notando el aire exhalado en un tiempo igual o menor a 10 segundos. Si la víctima tiene una respiración adecuada el reanimador mantiene la vía aérea abierta y mientras espera la llegada de ayuda médica avanzada, inicia la búsqueda de la causa y reevalúa periódicamente a la víctima. La presencia de respiración adecuada implica presencia de circulación.
- C.- Circulación: el problema principal es entonces la falta de circulación de sangre más que falta de oxigenación de la misma. Por lo tanto, si la persona esta inconsciente y sin respiración el reanimador debe iniciar la RCP con 30 compresiones torácicas externas seguidas de dos ventilaciones artificiales. Eso activa la circulación que permitirá la perfusión de los órganos vitales. Pero antes de todo esto, debemos llamar al 061 o 112. Ellos nos darán las instrucciones necesarias a seguir.