• Cada 20 minutos se produce en España una parada cardio-respiratoria fuera de los hospitales y sobrevive el 5% de las personas que la sufren.

Tengo que reconocer que no me apetecía nada asistir a un curso en una mañana de sábado. La Junta de Andalucía obliga a todos los médicos a reciclarse y tener un curso actualizado de Soporte Vital Básico y manejo del desfibrilador semiautomático. El Colegio de Médicos ha organizado varios así que me apunté y tocaba el sábado 20 de mayo.

La formación ha sido impartida por dos compañeros, un enfermero del 061 y profesor colaborador de la UAL, Pepe Garrido y el Dr. Rafael Arrieta, médico de Urgencias. Ambos trabajan también para el grupo HLA que está muy concienciado en la investigación y formación de profesionales sanitarios, resto de la población, incluidos niños en el ámbito del soporte vital y la reanimación cardiopulmonar.

Lejos de ser un curso aburrido y donde cubrir el expediente, estos dos pedazos de profesionales han logrado que los casi 30 médicos que asistimos permaneciéramos atentos y participativos durante las cuatro horas. No es nada fácil.

Su objetivo es lograr formar en Reanimación Cardiopulmonar a la mayor cantidad de población posible. De esta manera se salvarán más vidas. En Almería, el delegado de Salud, Juan de la Cruz, es un firme defensor de los espacios CARDIOPROTEGIDOS, aquellos que cuentan con un desfibrilador para que lo use cualquier persona que se vea en la necesidad. Su farmacia en Vera fue pionera a la hora de contar con este dispositivo.

La falta o el retraso en el reconocimiento de una parada cardíaca es el impedimento más importante para salvar una vida. Cada 20 minutos se produce en España una parada cardio-respiratoria fuera de los hospitales y sobrevive el 5% de las personas que la sufre.

Si no tenemos las herramientas adecuadas disponibles, la gente muere y lo peor de todo, se puede evitar. El 80% de las paradas cardiorrespiratorias se producen en la calle, lejos de los hospitales, sobre todo en el domicilio. Es por lo que la población general debe tener idea de hacer algo, intentar reanimar e incluso usar un desfibrilador mientras llega la ayuda.

PASOS PARA UNA REANIMACION.

PASO 1. BUSCAR RESPUESTA.

Ante una potencial víctima siempre verificar la ausencia de respuesta(inconsciencia): “Oiga, ¿Me escucha? ¿Cómo se llama?” -sería un ejemplo. Si no responde, se le puede pellizcar el músculo trapecio (el del cuello que se contrae cuando nos duele la cabeza) y buscar una reacción.

Se debe colocar la persona en la posición adecuada (decúbito supino, mirando hacia arriba), hablándole en voz alta al oído buscar alguna respuesta (apertura ocular, emisión de sonidos o movimiento). Deben evitarse realizar movimientos bruscos que puedan producir o agravar lesiones presentes, especialmente de la columna cervical.

Si la potencial víctima responde hablando se puede concluir además que tiene la vía aérea permeable, está respirando y tiene circulación, por lo menos mínimamente adecuadas. No todas las personas inconscientes no respiran, por eso debemos estar atentos al pecho y comprobar si hay algún movimiento. Incluso acercamos la oreja a la boca-nariz

Si la víctima no respira debemos suponer que esté en coma, en paro respiratorio o en paro cardiorrespiratorio (muerte súbita). Las respiraciones lentas y trabajosas (agónicas) se deben considerar como parada cardíaca (se boquea como cuando un pez sale del agua).

PASO 2. PEDIR AYUDA.

Después de pedir ayuda al Servicio de Emergencias o decir a alguien que lo haga. Es importante decir donde estamos, que la persona que atendemos se encuentra en parada. El técnico nos guiará sobre cómo actuar, paso a paso mientras llega la ayuda. También debemos pedir ayuda a la gente que se encuentre a nuestro alrededor, porque seguramente necesitaremos manos.

PASO 3. VIA AÉREA.

Durante parada la víctima pierde complemente el tono muscular lo que asociado al efecto de la gravedad hace que la lengua caiga hacia atrás ocluyendo la vía aérea. La principal causa de obstrucción de la vía aérea en la víctima de muerte súbita es la lengua. La maniobra más efectiva para permeabilizar la vía aérea es la extender la cabeza, es decir, echarla hacia atrás y elevar del mentón. Esa maniobra le puede salvar la vida a la persona.

PASO 4. BUSCAR VENTILACIÓN

El reanimador acerca el oído a la nariz de la víctima mirando hacia el tórax de la misma, escuchando si hay respiración y notando el aire exhalado en un tiempo igual o menor a 10 segundos. Si la víctima tiene una respiración adecuada el reanimador mantiene la vía aérea abierta y mientras espera la llegada de ayuda médica avanzada inicia la búsqueda de la causa y revalúa periódicamente a la víctima. La presencia de respiración adecuada implica presencia de circulación.

En ocasiones las víctimas de muerte súbita presentan movimientos respiratorios muy superficiales o respiración agónica que no deben ser confundidos con respiración adecuada y nos obligan a actuar de la misma forma que si no hubiera respiración.

PASO 5. COMPRESIONES TORÁCICAS

Durante los primeros minutos de una muerte súbita la sangre de la víctima contiene suficiente oxigeno para cumplir con la demanda que el cuerpo necesita. Además, la demanda de oxigeno es menor ya que la circulación también esta disminuida hasta 1/3 parte de lo normal. El problema principal es entonces la falta de circulación de sangre más que falta de oxigenación de la misma.

Por lo tanto, si la persona esta inconsciente y sin respiración el reanimador debe iniciar la RCP con 30 compresiones torácicas externas seguidas de 2 ventilaciones boca a boca, tapando la nariz e insuflando aire por la boca, intentando que no se escape el aire. Las compresiones torácicas se realizan colocando el talón de una mano en el centro del tórax entre ambas tetillas con la otra mano encima y los dedos entrelazados.

Con los codos completamente extendidos se inician las compresiones empujando fuerte y rápido. Las compresiones torácicas externas efectivas logran entregar una pequeña pero critica cantidad de oxígeno al cerebro y corazón, suficiente para mantener una presión de perfusión coronaria. Las 30 compresiones torácicas son seguidas de 2 ventilaciones artificiales de 1 segundo cada una con el volumen suficiente para elevar el tórax de la víctima. Una persona debe permanecer dos minutos realizando el masaje cardíaco. Es agotador y deja de ser efectivo. Transcurrido ese tiempo, se debe sustituir por otro.

PASO 6. DESFIBRILADOR

Es aquí cuando nuestro ayudante va a buscar un desfibrilador, si se encuentra cerca de nuestra posición. Los técnicos del 112 o del 061 nos pueden indicar el más cercano. Es muy fácil de usar y es casi imposible que pueda causar daño tanto a la víctima como a la persona que la socorre. La propia máquina se encarga de guiarnos paso a paso, desde como colocar los electrodos (con dibujos muy sencillos), incluso al ritmo que debe realizarse el masaje cardíaco, así como cuando parar y cuando seguir. Mientras actúa el desfibrilador no se realiza masaje cardíaco.

Si la víctima sale de la parada, el aparato lo notificará y será cuando se deba colocar al paciente de lado para evitar atragantamientos pero sin quitar las pegatinas con los electrodos ya que cada dos minutos la máquina está valorando el ritmo cardíaco de la víctima. Ojalá en Almería dispongamos de desfibriladores suficientes como para salvar vidas y de presupuesto suficiente para poder instruir es la reanimación cardíaca a una parte importante de la población.